El gasto público, la inversión, el consumo privado y las exportaciones netas son elementos que le brindan una identidad macroeconómica al producto interno bruto que componen el crecimiento del PIB.
Dado que el motor primordial del crecimiento de la economía es el consumo privado con un 67% del PIB, en necesario elevarlo. En el caso de México se estima un crecimiento aproximado del 2.5% en el siguiente año.
En este punto hay dos perspectivas para el crecimiento económico. La primera, es el crecimiento a corto plazo, que se da como resultado de una inversión en periodos anteriores, expansión, gasto público, nuevos puestos de trabajo y el aumento en el ingreso de las familias.
Para un mayor crecimiento promedio en el corto plazo, se necesita expandir el consumo privado, mediante el aumento de gastos de las familias y empresas. Una formula infalible es incrementar a su vez el ingreso, tanto laboral como no laboral y generar nuevas plazas de trabajo que amplifiquen la masa salarial de la economía.
El otro enfoque, conocido como de largo plazo, es principalmente el avance tecnológico, la estructura poblacional y grandes proyectos.