Conseguir nuevos clientes no es fácil
Retener a los que tenemos tampoco. En muchos casos nuestro negocio no tiene tampoco nada especial. No vendemos nada que no se pueda encontrar en otra parte. ¿Por qué van a elegir nuestra empresa si es igual que las demás?
Podríamos hablar de precios, somos más baratos que el resto.
También podríamos intentar atraer al consumidor con el producto, algo que no tenga nadie más.
Y esto no es sencillo en muchos comercios. Una pequeña frutería de barrio puede apostar por buscar sus mandarinas en el mercado central y tendrá las mismas que el resto. O puede apostar por comprarlas directamente al agricultor o cooperativas locales. Y tendrá un producto diferenciado.
No es tan sencillo en otros sectores. Tiendas de ropa, peluquerías, electricistas, etc. Es entonces donde tenemos que ir a una conexión más emocional, donde el cliente nos elige no porque somos los más baratos o tenemos el mejor producto, sino porque siente una conexión emocional con nuestra empresa.
Esto es algo que las pequeñas empresas, los comercios de toda la vida llevan trabajando muy bien. De hecho una de las cosas que más trastoca cuando alguien cambia de ciudad o de barrio es encontrar esos pequeños comercios de confianza, los que ya nos conocen y saben como nos gustan las cosas.
También en las pymes ocurre
En todo caso si pensamos que los clientes cada vez apuestan por comprar más online, y menos en las tiendas de barrio, en las empresas locales, la cuestión es complicada de resolver.
O buscamos diferenciarnos del resto o lo tenemos complicado para sobrevivir a largo plazo.