Cómo hacer para que tu cliente sienta que es importante para ti, pero que no es el único
Cliente, la palabra mágica.
La palabra anhelada por un autónomo, un freelance o el responsable de una pyme. El cliente siempre tiene la razón. El cliente es el rey, ¿o era el contenido? En todo caso, el cliente es esa persona fundamental para que la ecuación nos dé un resultado positivo: tenemos trabajo.
Para que un cliente sienta que es importante para ti, no hay ninguna fórmula mágica. Se trata de ofrecer respeto, practicar la escucha activa y estar ahí para resolver sus dudas o problemas. ¿Pero qué ocurre cuando tu negocio marcha mejor y tienes más clientes a los que atender?
El fin de tu empresa es que tu cliente se sienta importante
El inicio de un proyecto es difícil, entre otros muchos motivos porque compites con empresas con más experiencia en el mercado, con más referencias y relaciones. Hablo, sobre todo de ti, que has decidido emprender en solitario.
También cuentas con menos recursos que ellas: muchas veces los fundadores son hombres o mujeres orquesta que hacen de todo, y esto es peligroso, pero al principio cuando aparece ese anhelado cliente, nos dedicamos en cuerpo y alma a él. Sus correos son atendidos a los pocos segundos de llegar y si tiene nuestro teléfono, las llamadas, también.
Cuando el tiempo no alcanza, porque ya no existe el cliente único y la atención está formada por una persona
Con el tiempo, y a base de mucho esfuerzo, aparecen más clientes. Pero, el primero, ése al que atendías con tanta rapidez que le hacía sentir especial, está preocupado. Cuando le surge una pregunta, no estás ahí a la velocidad de la luz, y le pides que espere al viernes porque se lo resolverás todo a la vez.
Porque de ese comportamiento, vienen luego los problemas. No sólo queremos hacer nuestro trabajo y por lo que nos ha pagado, sino que nos dejamos la piel y horas volcados en su proyecto, y pasar de estar atendido 24/24 horas a tener que esperar, no es agradable.
Pero tampoco se puede dejar de atender al resto. Lo ideal, aunque suene obvio, es mantener una charla sincera y directa. Algo que los nuevos emprendedores temen porque piensan que quizás ese cliente les vaya a abandonar. Pero no te ha contratado en exclusiva y ahora has de ser igual de profesional con más personas.
El cliente, es el pilar de cualquier negocio pero debe saberlo
El problema de ser demasiado emocional, es que en vez de clientes al final, cuentas con amigos. ¿He dicho problema? Pues rectifico, no es un problema, es una alegría, porque no siempre se da esa comunicación ideal.
En todo caso, aunque ésa sea la relación que tenemos con algunos de ellos, es importante tener la suficiente confianza como para, obviamente, no perderlos porque sin ellos, nuestro proyecto o negocio es invisible, y por otro, dejar claro que sigue siendo especial para nosotros.
No hay nada más horrible que un cliente que se queda esperando una respuesta por semanas.