¿Despachos u oficinas abiertas? La eterna lucha por la productividad
Desde hace años las tendencias en las empresas pasan en muchos casos por la eliminación de los despachos y la creación de un ámbito de trabajo más abierto, diáfano, que ayude a formar equipos y que fomente la colaboración.
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Pero esto a veces tiene su contrapartida con una mayor dificultad para poder concentrarse, lo que merma la productividad en las oficinas abiertas.
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La realidad es que para fomentar un entorno de colaboración muchas veces lo que se aplica son grandes mesas donde se trabaja en una zona común. De esta manera se fomenta que se pueda intercambiar información fácilmente. Si no trabajamos pegados a un teléfono no hay problema, pero en caso contrario el ruido de fondo de las conversaciones puede ser bastante molesto.
Los espacios abiertos pueden dificultar la concentración de los empleados
Por otro lado a poco que seamos unos cuantos en la empresa se produce el efecto biblioteca de estudiantes. Una sala grande donde constantemente hay gente que sale y entra, va al baño a por un café o a otra sala, por lo que concentrarse es complicado.
El movimiento de personas constante es un foco de distracción
Esto por no hablar de si alguien tiene un teclado mecánico, que cada vez quedan menos, pero últimamente se vuelven a ver por las oficinas. El problema es que varios de estos usuarios en una sala producen un nivel de ruido bastante elevado.
Y otro aspecto a considerar es la falta de intimidad
Hay temas que tratamos con clientes, ya sea de forma telefónica o presencial que requieren de confidencialidad. En estos casos un despacho es lo adecuado. Siempre podemos tener salas de reuniones polivalentes donde reunirnos con este tipo de clientes, pero en el caso de una conversación telefónica no siempre es posible trasladarnos a ellas.
Está claro que no todas las empresas son iguales. No tiene que funcionar igual un despacho de abogados que una empresa de creación de proyectos web. Si tenemos que trabajar en grupo o queremos fomentar la comunicación, mejor una sala común, que puede ser por departamentos.
Si lo que buscamos es ejecutar una tarea de forma individual, donde lo que se requiere es una mejor concentración, en este caso mejor apostar por un despacho.
La movilidad de la que muchas veces se habla también se puede dar dentro de la empresa, ocupando el espacio que necesitamos en función de la tarea que vamos a desarrollar.
Cortesía: PyMes y Autónomos